Jaguar nace en 1922, cuando Williams Lyons funda la empresa “SS Cars Ltd.” (ver historia) para fabricar sidecars para motocicietas.Pocos años después (1927), “SS Cars” empieza a fabricar carrocerías de tipo deportivo para coches de serie como el Austin Seven, el Morrís Cowley e incluso el Fiat 509.
En 1931, Lyons empieza a fabricar sus propios modelos. El primero de ellos fué el SS I de 1932, pero es en 1935 cuando la marca SS tiene su primer éxito trascendente al presentar el SS 90, posteriormente revisado y mejorado con el SS 100. Un deportivo biplaza de 6 cilindros y 2,5 litros que inmediatamente se convierte en el coche a batir en pruebas de carretera. Se trataba de un coche nervioso hasta el punto de que pronto fue bautizado con el nombre de Jaguar.
Su relación precio / eficacia lo convierte en un enorme éxito y los SS pasan a ser los deportivos más vendidos del mundo.
Interrumpida la producción durante la guerra, en 1948 reanuda su actividad, pero el nombre SS, de evidentes connotaciones nazis, es sustituido, como marca, por el de Jaguar.
En 1948 aparece otro modelo clave en su trayectoria: el XK 120, en el que la cifra 120 expresa su velocidad máxima (en millas por hora): 182 kilómetros por hora, que fueron superados ampliamente en una prueba para escépticos, en la que una unidad de serie alcanzó los 202 km/h.
A lo largo de toda su historia Jaguar siempre se ha caracterizado por ofrecer deportivos de muy altas prestaciones y de una elegancia fuera de toda duda.
Los avances tecnológicos no han sido ajenos a esta marca. Entre ellos, el de los frenos de disco, que fueron ideados para su utilización en pruebas de velocidad en circuito, especialmente las 24 Horas de Le Mans.
En la edición de 1953, un Jaguar Tipo C presentaba esta novedad, ideada y desarrollada conjuntamente con los técnicos de Dunlop. Su dominio fue abrumador y los tres coches inscritos finalizaron la carrera en las tres primeras posiciones. Esta innovación fue introducida por Jaguar por primera vez en un coche de serie en 1959, concretamente en el modelo MKII.
En 1961 aparecería otro modelo de Jaguar, el Tipo E. Un coche de líneas absolutamente revolucionarias («un motor con asientos de emergencia», según un crítico de la época) que inmediatamente se convierte en objeto de deseo y de culto para los ciudadanos europeos, olvidadas ya las penurias de la postguerra.
Frente a automóviles como Lamborghini, Maserati o Ferrari, que están de moda durante breves periodos de tiempo, el Jaguar E fascina a generaciones de amantes del automóvil. Con cuatro frenos de disco y muelles dobles en el eje posterior, el Jaguar E también aporta innovaciones técnicas muy interesantes, como la triple barra limpiaparabrisas.
A principios de la década de los 60 Jaguar compra otra marca mítica británica, Daimler, especializada en berlinas de lujo y tradicionalmente utilizadas por la mayoría de los miembros de la familia real.
Jaguar y Daimler van desde entonces de la mano, con productos similares, escasamente diferenciados.
Tras no pocas dificultades, derivadas de la crisis energética de 1973, jaguar es adquirida por Ford en 1989, empezando así un nuevo periodo.
Jaguar es ya la marca de lujo de Ford, que aporta todo su bagaje tecnológico y su poderío financiero para convertir a los Jaguar/Daimler actuales en coches de muy elevada calidad técnica, con el estilo inconfundible de los clásicos deportivos ingleses.